Incremento del 8% en la población de lobos: ¿Cómo afrontarlo?
Castilla y León ha presentado su último censo del lobo ibérico, revelando un aumento significativo en la población de esta especie. De las 179 manadas registradas en 2012-2013, se ha pasado a 193 en 2022-2023, lo que representa un incremento del 8%. Este crecimiento plantea importantes retos para la gestión de la especie, especialmente al sur del Duero, donde su protección limita las medidas de control.
El censo, realizado con técnicas avanzadas como el fototrampeo y rastreos exhaustivos, estima la existencia de 1.700 lobos en la región, lo que equivale al 59% de la población nacional. La densidad de manadas es más alta en el norte de la Comunidad, destacando León y Zamora. Sin embargo, el sur comienza a registrar un aumento notable, con Ávila y Segovia liderando el crecimiento.
Juan Carlos Suárez-Quiñones, consejero de Medio Ambiente, ha subrayado la necesidad de exigir al Gobierno central la devolución de las competencias para la gestión del lobo. Según él, la catalogación de la especie como protegida en 2021 carece de sentido ante el evidente buen estado de conservación en la región. La propuesta busca unificar criterios científicos y coordinar acciones con otras comunidades autónomas para flexibilizar las normativas actuales.
Los cazadores y gestores del territorio ven en esta situación una oportunidad para demostrar que un enfoque equilibrado puede garantizar tanto la conservación de la especie como la protección de la actividad ganadera, evitando conflictos y asegurando la sostenibilidad del medio rural.