Los cazadores enfrentan sanciones y posibles penas de inhabilitación por cazar rebecos con medios prohibidos
El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil ha identificado a tres personas involucradas en caza furtiva en el Parque Natural de Babia y Luna, León. La operación, llevada a cabo por la patrulla de Seprona de Villablino, resultó en la incautación de dos rebecos cantábricos abatidos, un rifle de caza mayor, un visor térmico, vainas y dos precintos de caza mayor, medios considerados ilegales en esta actividad.
Desde septiembre, el Seprona había intensificado la vigilancia en el parque para detectar actividades relacionadas con la venta ilícita de permisos de caza de rebeco, fraude que se agrava al utilizar equipos prohibidos. Durante la operación, denominada «Ubiñas», se identificó a los cazadores en posesión de los animales abatidos y otros elementos que violan las normativas de caza, procediendo a denunciar diversas infracciones administrativas.
Los acusados podrían enfrentar multas de entre 2.000 y 10.000 euros, además de la retirada de su licencia de caza entre uno y tres años. La caza fuera del acotado correspondiente podría acarrearles una pena adicional de ocho a doce meses de multa y la inhabilitación para cazar de dos a cinco años, así como la prohibición para la tenencia y uso de armas.