Se anuncian nuevas medidas a favor de los cazadores en el control poblacional de jabalíes y otros ungulados en la Comunitat Valenciana
En una muestra clara de apoyo al mundo de la caza, el conseller de Medio Ambiente, Vicente Martínez Mus, ha presidido el Consejo Valenciano de Caza para presentar las medidas que se impulsarán este año, destacando un nuevo decreto que autorizará acciones extraordinarias de caza y control de especies como el jabalí, el ciervo o la cabra montesa.
El decreto, previsto para este verano, es el resultado de un trabajo conjunto entre la Conselleria y la Federación de Caza, y responde a una demanda histórica del sector: tener herramientas reales para gestionar la fauna silvestre y frenar su sobreabundancia, especialmente en zonas donde los daños al campo y a la seguridad ciudadana son evidentes.
Se busca dar una respuesta seria a una situación que, en muchos municipios, ya es insostenible. El crecimiento descontrolado de especies como el jabalí está generando problemas en cultivos, carreteras y núcleos urbanos. La caza se perfila, por fin, como la solución eficaz y reconocida oficialmente por las instituciones.
Además del nuevo decreto, Martínez Mus ha presentado una línea de ayudas de 900.000 euros dirigida a ayuntamientos para que colaboren con los cazadores en el control de poblaciones, reconociéndolos como lo que son: auténticos gestores del medio natural.
Esta iniciativa, que se consolida por segundo año consecutivo, representa un avance fundamental. Se trata de poner en valor la caza como herramienta imprescindible para proteger tanto la biodiversidad como la seguridad de las personas.
Desde la Conselleria se reconoce expresamente el papel crucial de los cazadores no solo en el control de especies, sino también en la conservación del entorno y en la lucha contra la despoblación rural. Tal y como ha afirmado el conseller, la caza es y debe seguir siendo una actividad esencial en la Comunitat Valenciana.
Los cazadores, una vez más, están llamados a ser protagonistas en la defensa del equilibrio natural y de los usos tradicionales del territorio. Estas medidas, además de necesarias, suponen un paso firme en la dignificación de la figura del cazador, con respaldo político e institucional.
Se espera que el decreto entre en vigor próximamente, tras su paso por los servicios jurídicos. A partir de ahí, las sociedades de caza podrán contar con una regulación más clara, moderna y útil para poder actuar con eficacia en las zonas donde más se necesita.
Este es, sin duda, un momento clave para el sector cinegético, que ve cómo su labor, durante años menospreciada por algunos, empieza a ser valorada por lo que realmente es: vital para la gestión y el futuro del medio rural.