Un Ganadero Graba unos Buitres comiéndose una Vaca Viva
Así lo podemos ver en el video el cual fue grabado por un ganadero, como una bandada de buitres se están comiendo una vaca la cual estaba pariendo y no podía defenderse del ataque de los buitres. La impotencia del ganadero que según va grabando la escalofriante escena va comentándola; “Empezamos la mañana bien. Aquí tenemos los buitres, a los que los animalistas defienden porque no matan. Pero vamos a ver las consecuencias: tenemos una novilla que está viva, pero en la parte de atrás mirad cómo la tienen. Se la están comiendo viva. El ternero también se lo han comido: y dicen que los buitres no matan… “ Un Ganadero Graba unos Buitres comiéndose una Vaca Viva
Este video ha corrido como la pólvora por las redes sociales durante las últimas horas y es que aquí existe una prueba más de que algunas zonas la población de buitres es superior a la indica, eso sumada a un descenso de falta de carroña hacen que los buitres leonados y negros de nuestro país estén cambiando su forma de alimentarse olvidándose de su condición de carroñero y desacreditando aquellos que decían que los buitres no atacaban animales vivos, pero que se lo pregunten a los ganaderos de este País.
Los buitres son aves rapaces del orden Falconiformes que suelen alimentarse especialmente de animales muertos, aunque a falta de estos, son capaces de cazar presas vivas.], excepto la Antártida y Oceanía. Los buitres del Nuevo Mundo (América) pertenecen a la familia Cathartidae, mientras que los del Viejo Mundo (el resto de continentes) son de la familia Accipitridae; sus semejanzas se deben a que están adaptados a un mismo nicho ecológico y a la convergencia evolutiva, no a que compartan un antepasado común.
Una característica particular de muchos buitres es su cabeza pelada, desprovista de plumaje. Esto se debe con seguridad a que una cabeza con plumas se mancharía con sangre y otros fluidos durante la alimentación y sería difícil de mantener limpia.[cita requerida] El cuello es más largo y pelado cuanto mayor es el tamaño de las presas. Puesto que, salvo algunas excepciones, no matan ellos mismos a sus víctimas, carecen de garras poderosas; las que tienen son cortas y romas, más adaptadas para andar que para matar. Algunos poseen lenguas especializadas que les permiten alimentarse con rapidez de la carne blanda y quizás extraer el tuétano de los huesos.