Un cazador se arriesga a bajar a un profundo pozo para salvar la vida a su perro que había caído dentro.
Una lección más, un ejemplo más de la verdad de la caza y de los cazadores por el amor por sus perros que como en este caso son capaces de jugarse la vida para poder salvar la misma de su compañero de batallas.
Como si se tratara de un rescate militar y angustioso por las imágenes, el joven cazador desciende con ayuda de su cuadrilla y simplemente atado con un par de cuerdas para poder descender al profundo pozo donde se encontraba el canido. Y una escena así no podía acabar con mejor final que con los dos protagonistas fuera del pozo sano y salvo y vitoreados por sus compañeros tras la gran hazaña y no es para menos.