Utilizar escopetas con bolas de pintura para alejar a los canes de los núcleos residenciales.
La curiosa medida que se ha presentado y que se está llevando a cabo en los Países Bajos para intentar controlar la población de lobos, aunque más que controlar para evitar que estos se acerquen a los núcleos residenciales y por tanto a las personas. La medida consiste en disparar a los canidos con pelotas de pintura como las utilizadas en el paintball.
Esta técnica lo que intenta es que los lobos teman al hombre y por lo tanto le vean como una amenaza y se acerquen el mínimo posible tanto a zonas residenciales como a los propios humanos reduciendo así los daños que se producen sobre todo a la ganadería.
Si es cierto que está técnica no es la primera vez que se utiliza para intentar alejar a la fauna salvaje de las zonas residenciales, e intentar que a través de una mala experiencia los animales rehúyen a los seres humanos. Este tipo de técnicas es utilizado también en Norteamérica debido a que la población de oso negro está disparada y es muy frecuente el avistamiento de plantígrados en las zonas residenciales estadounidenses.