Según ha informado el Diario Montañés, La situación de los ganaderos en Cantabria es insostenible. Esta vez, el ataque de un lobo ocurrió en el mismísimo centro del pueblo de Saja, en el municipio de Los Tojos, dejando un burro muerto y a su madre herida. La propietaria del animal, Susana Marcos, no oculta su desesperación: «Es el pan de cada día, también he perdido vacas y yeguas. Tenemos que salir a la calle a hacer algo porque esto es inaguantable».
El ataque tuvo lugar de madrugada, cuando los vecinos oyeron ladridos y, al amanecer, el cadáver del burro apareció junto al puente del pueblo. Su madre, al intentar defenderlo, sufrió mordiscos en las patas y el vientre, lo que pone en riesgo su vida y la de su cría. Para sorpresa de todos, el burro logró saltar un muro de tres metros de altura en su intento por salvarse.
El agente del Medio Natural César Fernández ha confirmado sin ninguna duda que se trató de un ataque de lobo, analizando los rastros y restos biológicos encontrados en la zona. Según Fernández, la presencia de lobos en zonas urbanas es cada vez más frecuente y supone una gran amenaza para la ganadería: «El tema se está convirtiendo en un sinvivir».
Este no es un caso aislado. En las últimas semanas, ataques similares han dejado decenas de ovejas y terneros muertos en diferentes localidades de Cantabria. La situación es insostenible para los ganaderos, quienes no solo pierden su ganado, sino que también viven con el temor de que los lobos ataquen a personas. «Un día va a pasar algo gordo, con algún crío o algo. No quiero ni pensar en esta primavera cuando suelte el ganado pequeño al monte…», advierte Marcos.