La Guardia Civil investiga a una persona por un presunto delito relativo a la protección de la flora y la fauna al usar artes prohibidas para la caza.
En el coto de caza de Guadamur, Toledo, la Guardia Civil ha iniciado una investigación contra una persona por el presunto uso de artes prohibidas de caza.
La intervención comenzó cuando un ciudadano denunció que su perro quedó atrapado en un lazo mientras paseaban por la zona. Esto activó a los agentes del SEPRONA, que encontraron múltiples lazos de cable de acero ocultos entre la maleza, claramente diseñados para atrapar sin distinguir especie, tamaño o valor ecológico.
Este tipo de lazos son métodos totalmente prohibidos por su crueldad y falta de selectividad. No solo son ineficaces para la gestión del entorno, sino que ponen en serio riesgo a la fauna protegida, como es el caso del lince ibérico, presente de forma estable en esa área. La Guardia Civil halló incluso el cadáver de un zorro con el cuello completamente estrangulado por uno de estos dispositivos.
Durante la llamada ‘Operación Guadazal’, los agentes identificaron a un sospechoso que portaba en su vehículo diversos utensilios ilegales, entre ellos más lazos, un tridente con arpones y otros objetos preparados para su instalación en el medio natural.
Gracias a la rápida actuación, se retiraron hasta 18 dispositivos ilegales de captura, evitando daños a los ecosistemas locales.