Control y prevención: supervisión de la caza en Castilla y León
El pasado fin de semana, la Guardia Civil realizó dos intervenciones en la comarca del Arlanza, Castilla y León, en el marco de un operativo de control cinegético para la prevención de prácticas furtivas y la supervisión de la caza del corzo. Como resultado, se levantaron diversas actas de denuncia a dos grupos de cazadores por incumplimientos normativos.
En la primera intervención, los agentes identificaron a un grupo de cazadores y encontraron entre sus pertenencias un visor térmico monocular, un dispositivo cuyo uso está prohibido en la caza en Castilla y León. Durante la inspección, otro cazador se unió al grupo, portando un rifle desenfundado y listo para su uso mientras transitaba por un camino declarado como zona de seguridad. Además, el cazador había abatido un corzo desde dicho camino, algo que también está expresamente prohibido.
En la segunda intervención, los agentes detectaron un vehículo circulando a baja velocidad en una carretera, lo que despertó sospechas. Tras detenerlo, constataron que uno de los ocupantes intentó desmunicionar apresuradamente un rifle de caza. Se comprobó que tanto el conductor como el pasajero poseían autorización para cazar corzos, pero en un terreno diferente al que se encontraban, violando la normativa al operar en una zona de seguridad.
Ambas situaciones dieron lugar a la incautación de las armas y los visores térmicos, así como a la redacción de las correspondientes actas de denuncia conforme a la Ley 4/2021 de Caza y Gestión Sostenible de los Recursos Cinegéticos de Castilla y León.