El desconocimiento de la normativa pone en peligro la actividad de los cazadores responsables
La caza es una actividad regulada y controlada que garantiza el equilibrio del ecosistema y el respeto por la fauna silvestre. Sin embargo, casos de malas prácticas como el del cazador investigado en la Zona Media de Navarra pueden generar una imagen distorsionada de esta actividad y poner en riesgo la labor de quienes cumplen con la normativa.

Un caso aislado no debe manchar la imagen de la caza regulada
La Guardia Civil de Navarra ha informado sobre la investigación de un hombre que utilizaba métodos ilegales, como varetas impregnadas de liga y un reclamo sonoro, para la captura de fringílidos. Este tipo de prácticas no solo son sancionadas por la ley, sino que también van en contra de los principios de la caza ética que los verdaderos cazadores defienden.
La importancia de la normativa en la caza
Desde 2017, la caza de fringílidos está prohibida en España en cumplimiento de la Directiva 2009/147/CE. Sin embargo, es importante recordar que esta prohibición afecta exclusivamente a ciertas especies y no a la caza en general, por lo que la difusión de estos casos debe hacerse con precisión para evitar la criminalización de la actividad cinegética.
Cazadores responsables: los primeros en denunciar las malas prácticas
Los cazadores son los primeros interesados en que se cumpla la ley y se respeten los cupos y los métodos legales de captura. Asociaciones y federaciones de caza trabajan constantemente para erradicar cualquier práctica furtiva y colaboran con las autoridades en la preservación de la biodiversidad.
El peligro de la desinformación en el sector cinegético
La divulgación sensacionalista de estos casos puede generar una percepción equivocada sobre la caza y dar argumentos a quienes buscan su prohibición total. Es fundamental que la sociedad comprenda la diferencia entre caza regulada y furtivismo, y que se valore el papel de los cazadores en la conservación de los ecosistemas y el control de especies.