El impacto del lobo ibérico en la ganadería madrileña y las medidas de apoyo
En 2024, los ganaderos de la Sierra de Madrid enfrentan un repunte preocupante en los ataques del lobo ibérico al ganado, alcanzando 183 incidentes registrados, según la Consejería de Medio Ambiente. Aunque el lobo ibérico dejó de considerarse especie amenazada y su población en Madrid es reducida, con unas 35 unidades distribuidas en manadas por zonas como el Valle del Lozoya o la Sierra del Rincón, su expansión territorial y hábitos nocturnos representan un desafío creciente para el sector primario.
A pesar de una tendencia a la baja en ataques de lobos, buitres y perros asilvestrados en años anteriores, los datos de este año han revertido el descenso, generando preocupación entre los granjeros. Las autoridades atribuyen este fenómeno al comportamiento itinerante y territorial de los lobos. No obstante, desde 2012, el plan de ayudas por ataques ha aumentado considerablemente, garantizando indemnizaciones para los afectados, un respaldo esencial para los agricultores locales.
Este incremento en los ataques refuerza la necesidad de conciliar la protección del lobo ibérico con la seguridad de las actividades ganaderas, dado que la coexistencia sigue siendo un desafío pendiente en la región.