El uso de visores térmicos en el rececho del corzo en España puede acarrear sanciones de hasta 6.000 euros y retirada de la licencia
Madrid, 7 de mayo de 2025 — El uso de visores térmicos en la caza, y en particular durante el rececho del corzo, está generando un creciente debate entre cazadores y autoridades en España. Aunque estas tecnologías ofrecen una evidente ventaja a la hora de localizar animales en condiciones de poca visibilidad, su utilización está sujeta a una regulación estricta. En muchas comunidades autónomas, el empleo de visores térmicos o de visión nocturna está prohibido fuera de contextos de control poblacional o caza específica autorizada.

La Ley 42/2007 del Patrimonio Natural y la Biodiversidad, junto con las normativas de caza autonómicas, prohíben expresamente el uso de medios que aumenten artificialmente la capacidad de detectar la fauna silvestre si ello implica una ventaja desleal. En este sentido, el visor térmico se considera un elemento que vulnera los principios de caza deportiva y ética.
Los recechos de corzo, una modalidad que requiere sigilo y habilidad para rastrear al animal durante el día, deben realizarse sin ayudas tecnológicas que alteren el equilibrio entre cazador y presa. El uso de visores térmicos en esta práctica puede ser sancionado como infracción grave o muy grave, según la comunidad autónoma.
Las sanciones varían dependiendo del territorio. En regiones como Castilla y León, Aragón o Galicia, el uso indebido de tecnología térmica durante la caza puede implicar multas de entre 3.000 y 6.000 euros, además de la retirada temporal o definitiva de la licencia de caza e incluso la inhabilitación para obtenerla en el futuro.
Además de las sanciones económicas, el infractor puede enfrentarse a la incautación del equipo utilizado, incluyendo el arma, el visor térmico y otros dispositivos tecnológicos asociados. También podría ser expulsado de federaciones de caza o perder derechos en cotos privados.
Por su parte, las autoridades medioambientales han intensificado la vigilancia, especialmente en época de rececho, utilizando drones y agentes forestales para detectar este tipo de infracciones. En 2024, ya se registraron más de 60 denuncias en diferentes provincias por uso ilegal de visores térmicos en el monte.
Desde asociaciones de cazadores se insiste en la necesidad de respetar las normas y preservar la ética venatoria. “El uso de tecnología como los visores térmicos desvirtúa la esencia del rececho y daña la imagen del colectivo”, afirmaba recientemente el portavoz de la Real Federación Española de Caza.
En definitiva, aunque la tecnología puede facilitar la localización de fauna, su uso indebido en el rececho del corzo en España puede traducirse en importantes consecuencias legales. La recomendación es clara: informarse de la normativa vigente en cada comunidad y practicar una caza ética y responsable.