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Caza y Sociedad

El video de la Fundación Artemisan explicando la importancia de la caza como motor económico de España.

mayo 6, 2025

Un estudio demuestra el valor real de la actividad cinegética en la conservación, el empleo y la vida en los pueblos

La actividad cinegética no solo es una tradición profundamente arraigada en nuestra cultura, sino que también se ha confirmado como un motor clave para la economía y el medio rural en España. Así lo destaca un nuevo informe elaborado por una fundación especializada en conservación y desarrollo rural, en colaboración con una firma de análisis independiente.

Según este estudio, la caza aporta una cifra impactante a la economía nacional, además de generar decenas de miles de empleos. Lo más relevante es que esta riqueza no se concentra en grandes ciudades ni en sectores ajenos al campo, sino que se reparte directamente en los pueblos, donde más se necesita. Se calcula que el 80% de los puestos de trabajo vinculados a esta actividad se desarrollan en zonas rurales, lo que demuestra que la caza es una herramienta fundamental para mantener vivos nuestros pueblos.

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Además, un tercio de los cazadores reside en municipios de menos de 5.000 habitantes, siendo muchas veces uno de los pocos nexos de unión y dinamismo social en estos entornos. Sin la caza, muchas de estas zonas quedarían aún más despobladas y abandonadas.

Pero la caza no solo genera riqueza y empleo. El estudio también destaca su papel crucial en la conservación del entorno natural. Cada año, los cazadores invierten una gran cantidad de recursos en el cuidado de los ecosistemas, la repoblación de especies, la prevención de incendios y la mejora de hábitats. Gracias a ellos, se protegen especies autóctonas y se mantiene el equilibrio ecológico.

Otro punto a tener en cuenta es la seguridad. La caza ayuda a reducir los accidentes de tráfico provocados por animales salvajes como jabalíes y ciervos, cuya presencia en las carreteras se ha vuelto cada vez más frecuente. Además, contribuye a evitar plagas, daños en cultivos y la propagación de enfermedades transmitidas por fauna silvestre.

Este informe pone en valor lo que los cazadores llevan años demostrando con hechos: la caza es mucho más que una afición. Es una herramienta de gestión, una fuente de empleo, una barrera contra la despoblación rural y un escudo para el medio ambiente.

Los cazadores, con su compromiso diario, demuestran que es posible vivir en armonía con la naturaleza, cuidándola y aprovechando sus recursos de forma sostenible. Y aunque a menudo se les señala injustamente, la realidad es que son ellos quienes más invierten, protegen y luchan por mantener vivos nuestros campos y bosques.

Es hora de reconocer y defender la caza como lo que realmente es: una parte imprescindible del futuro de nuestros pueblos y de la conservación del medio natural.

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