Dos jóvenes han sido identificados como presuntos responsables de la caza ilegal y decapitación de un ciervo.
La caza furtiva vuelve a estar en el centro de la polémica tras la reciente investigación llevada a cabo por la Guardia Civil en la Sierra Norte de Sevilla. Dos jóvenes han sido identificados como presuntos responsables de la caza ilegal y decapitación de un ciervo, lo que ha generado revuelo en la comunidad cinegética y entre los propietarios de fincas.

Este incidente pone de manifiesto la importancia de la caza regulada y controlada, que contribuye a la conservación de las especies y al equilibrio ecológico. Los cazadores responsables respetan las normativas y desempeñan un papel clave en la gestión de la fauna, algo que se ve amenazado por prácticas ilegales que dañan la imagen del sector.
El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) comenzó a investigar tras detectar un aumento de la caza ilegal en la zona de Las Navas de la Concepción y Constantina. La alarma entre los propietarios de fincas no tardó en surgir, debido al daño que estas prácticas pueden causar en sus terrenos y en la fauna local.
Tras un operativo de seguimiento, se interceptaron dos vehículos sospechosos. En el primero se encontraron equipos de visión nocturna y térmica, elementos clave para la localización de animales en la oscuridad. En el segundo, los agentes hallaron la cabeza de un ciervo macho, ropa de camuflaje y un pasamontaña.
Las investigaciones apuntan a que uno de los implicados, con amplio conocimiento del terreno, pudo haber actuado como guía para facilitar la captura del ejemplar, lo que refuerza la hipótesis de que no se trata de un caso aislado, sino de un problema recurrente en la zona.