La caza ilegal pone en peligro la gestión sostenible de la fauna
En la madrugada del jueves, la Guardia Civil detuvo a dos individuos en Canales de Molina (Guadalajara) por un delito contra la fauna y desobediencia a la autoridad. La intervención se produjo en la carretera N-211, cuando los agentes identificaron un vehículo que circulaba de manera irregular en el término municipal de Selas. Al ser requerido, el conductor intentó huir, pero fue interceptado más tarde. Su acompañante también trató de escapar a pie, aunque finalmente fue encontrado escondido entre unos arbustos.
El material incautado en la operación deja en evidencia la caza furtiva: un rifle con visor técnico, dos mochilas con cuchillos y una navaja con restos de pelo y sangre, además de la cabeza de un corzo. Estas acciones no solo son ilegales, sino que perjudican gravemente la labor de los cazadores que practican esta actividad con ética y respeto por la naturaleza.
La caza legal y regulada es esencial para el equilibrio de los ecosistemas y el control poblacional de especies. Los cazadores cumplen con normativas estrictas, invierten en la conservación del hábitat y colaboran con las administraciones para evitar el furtivismo. Por ello, es fundamental diferenciar entre la caza ética y los delitos de quienes actúan al margen de la ley.
Casos como este refuerzan la importancia de denunciar cualquier actividad sospechosa y de trabajar en conjunto con las autoridades para erradicar la caza furtiva. Solo así se podrá garantizar un futuro sostenible para la caza y la biodiversidad de nuestro entorno.