Acusados veinte integrantes de cuatro empresas por no deshacerse de los restos de la caza y arrojarlos por el campo. Varias empresas implicadas en la falsificación de documentos en contra de los recursos humanos el medio ambiente.
La operación Dispendium, llevada a cabo en Cáceres, ha destapado el gran número de falsificaciones cometidas con los deshechos de la caza, acabando con una veintena de acusados. La Dirección General de la Guardia Civil ha estado en esta investigación durante más de dos años, llevando a cabo la operación por el Servicio de Protección de Naturaleza (Seprona).
De las veinte personas implicadas, díez han sido detenidas. Quedando las otras díez bajo investigación. Además de imputar responsabilidad penal a cuatro empresas, tres de ellas de la provincia de Cáceres y la restante localizada en Salamanca.
Los acusados habrían estado cobrando dinero por supuestamente deshacerse de los despojos de la caza en una incinedadora. Cuando en realidad los tiraban en el campo. Se les acusa de haber cometido delitos de estafa, delitos contra los recursos de naturales y el medio ambiente y falsedad en documento público, oficiales y mercantiles.
La Guardia Civil empezo la investigación en agosto de 2017, tras detectar irregularidades en una inspección. Dichas irregulares corresponderían con el uso indebido de documentación, supuestamente falso. Los documentos estaban sellados por empresas que ya habían cesado su actividad. Por lo tanto es imposible la participación de estas empresas en el traslado del ganado y en la desinfección de los vehículos.
Es entonces cuando la Fiscalía de Medio Ambiente de Cáceres comenzó una investigación focalizada en la detección de documentos relacionados con el transporte de subproducto de origen animal.
Los restos en vez de terminar en la incinedadora compliendo así con la normas de medio ambiente, acababan en muladores en la provincia de Cáceres.