La carne de caza da un salto en la alta gastronomía con un certamen único en Almagro
La caza no solo es tradición y gestión del territorio, también es gastronomía de primer nivel. Con esa idea nace un concurso que tendrá lugar en Almagro y que busca ensalzar la carne de caza como uno de los productos más valorados de nuestra cocina.
Este certamen se celebra por primera vez y quiere consolidarse como un evento de referencia en el calendario gastronómico. No se trata únicamente de una competición entre cocineros, sino de una oportunidad para mostrar a toda España que la caza aporta calidad, sabor y cultura.
El concurso reunirá a seis cocineros profesionales que tendrán que elaborar tres platos en un tiempo limitado. El reto será demostrar la versatilidad y excelencia de la carne de caza mayor, con el ciervo y el jabalí como protagonistas. Se trata de especies que forman parte de nuestra tradición cinegética y que ofrecen una carne natural, saludable y de gran valor culinario.

Para los cazadores, este tipo de iniciativas son un motivo de orgullo. La caza, muchas veces cuestionada, se pone en valor desde un ángulo positivo: el de la gastronomía. Que cocineros de prestigio trabajen con carne de caza significa que nuestra actividad está aportando un producto de calidad que no tiene nada que envidiar a otros.
El jurado contará con reconocidos chefs y críticos gastronómicos, lo que asegura la máxima visibilidad. Esto se traduce en más interés por la carne de caza y en un mayor acercamiento entre el mundo cinegético y la hostelería. Cada plato que se prepare será un escaparate del potencial que tiene el producto que los cazadores llevan al monte.
Almagro ha sido elegido como sede porque ya se ha convertido en un referente en eventos relacionados con la caza y la gastronomía. Su compromiso con este tipo de iniciativas es una muestra de cómo la carne de caza puede dinamizar la economía local y atraer turismo gastronómico, reforzando así el papel de la actividad cinegética en el territorio.
Este certamen es, además, una forma de reivindicar la caza como una práctica sostenible que genera recursos y empleo. A través de la cocina se transmite un mensaje claro: la carne de caza no solo es saludable, sino que forma parte de una cadena que favorece al medio rural y mantiene vivas nuestras tradiciones.
El concurso nace con vocación de continuidad y apunta a convertirse en una cita fija para quienes valoran la carne de caza. Si logra consolidarse, abrirá nuevas puertas para cazadores, hosteleros y productores, demostrando que la actividad cinegética es clave para el presente y el futuro de nuestra gastronomía.