La normativa moderniza el control sanitario y reduce trámites en beneficio de los cazadores
La Junta de Extremadura ha puesto en marcha la tramitación de un nuevo decreto que actualiza la normativa sobre el control sanitario de la carne de caza. Esta decisión supone un gran avance para el sector cinegético, que llevaba años reclamando un marco legal más adaptado a la realidad de los cazadores y a las nuevas exigencias europeas.
Una de las principales mejoras es la reducción de plazos para solicitar el control veterinario oficial. Si antes los cazadores debían esperar hasta un mes, ahora el trámite se resolverá en tan solo diez días y podrá gestionarse de manera telemática. Este cambio significa agilidad y comodidad, evitando demoras innecesarias que en muchas ocasiones dificultaban el aprovechamiento de la carne.
Otro aspecto clave es la venta directa de carne fresca de caza mayor. El decreto permitirá que los propios cazadores puedan comercializar sus piezas directamente al consumidor final o a minoristas, siempre con la inspección veterinaria favorable. Esta medida no solo abre nuevas oportunidades de negocio, sino que también da mayor valor a las capturas, acercando el producto cinegético de calidad a la mesa de los ciudadanos.
Además, se crean los LICA (Locales de Inspección de Caza), donde los cazadores podrán entregar sus piezas —hasta dos al día— para su control y posterior comercialización. Esta iniciativa aporta cercanía y practicidad, sobre todo para los cazadores de menor escala, que ahora cuentan con una herramienta ágil y accesible para cumplir con los requisitos sanitarios sin grandes complicaciones.
El decreto también incluye la simplificación de trámites, como la eliminación de la obligación de renovar periódicamente los lugares de evisceración, que ahora pasarán a ser autorizaciones indefinidas. Con ello se reduce la burocracia y se facilita la labor de quienes practican la caza de manera responsable y sostenible.
En definitiva, esta nueva normativa supone un respaldo firme al sector cinegético extremeño, garantizando al mismo tiempo la seguridad alimentaria y reforzando el valor de la carne de caza en la economía y en la sociedad rural.