Un agente del Seprona libera a un corzo de las cuerdas de una alpaca.
Como podemos ver en el video un agente de la Guardia Civil del SEPRONA (Servicio de Protección a la Naturaleza), ayuda a un corzo el cual estaba enganchada por la cuerna a unas cuerdas de alpacas. Un agente del Seprona libera a un corzo de las cuerdas de una alpaca.
El corzo se encontraba atrapado y de no ser por el agente del Seprona su final no hubiera sido muy bueno. Al final el agente consigue cortar las cuerdas de la cornamenta del corzo y este sale corriendo desorientado. Esto es una muestra más de quien de verdad ayuda a los animales, la gente que está en el campo durante todo el dia.
El corzo (Capreolus capreolus) es una especie de mamífero artiodáctilo de la familia Cervidae. Es el cérvido más pequeño de Eurasia. Su área de distribución se extiende desde Europa occidental, donde está ausente en Irlanda, Córcega, Cerdeña y Sicilia, Peloponeso y sur de Grecia, Creta, Chipre y el norte de Escandinavia, hasta el norte de China.
Su dieta consiste en el consumo de hojas de arbustos y árboles bajos, así como bayas y brotes tiernos. Es un animal más ramoneador que de pastos, aun cuando se adapta fácilmente a esta dieta donde falta la masa arbustiva. En estado adulto el corzo tiene una altura en la cruz de unos setenta y cinco centímetros como máximo y un peso de entre veinte y treinta kilos. Los machos presentan cuernas pequeñas, de tres puntas, que mudan cada año a principios del invierno y se han terminado de desarrollar ya cuando comienza la primavera. Las poblaciones desplazadas desde centro y norte de Europa para repoblación cinegética son de mayor tamaño que las razas del sur de Europa. El pelaje es pardo-rojizo en ambos sexos durante el verano, volviéndose grisáceo en invierno, al tiempo que aparece una mancha blanca sobre la grupa. El vientre es de color más claro que la espalda. Los animales de origen meridional son más oscuros, teniendo un tono castaño achocolatado. Las crías, por el contrario, presentan un manto rojizo salpicado de numerosas motas blancas para aumentar su camuflaje con el entorno. Son característicos los gritos que emiten ambos sexos, similares a ladridos.